
Los amigos de los castores estamos de enhorabuena. Según parece, el castor ha llegado a la cuenca del río Duero y de manera natural. Es una situación inédita por lo que plantea un nuevo escenario con un montón de incognitas.
Cuando en el año 2003 se re-introdujeron 18 castores en los ríos Ebro y Aragón, el éxito estaba casi asegurado debido a varias razones: Entre los ejemplares liberados había varias parejas además de sub-adultos de ambos sexos. Se liberaron teniendo en cuenta distancias considerables entre ellos a fin de evitar enfrentamientos. No hay depredadores naturales. Los ríos Aragón y Ebro tienen un caudal considerable y aún conservan sotos y riberas con bastante valor ecológico. El éxito fue tal que de nada sirvieron los medios que las distintas comunidades autóctonas utilizaron para exterminarlos.
La llegada del castor a la cuenca del río Duero difiere, y mucho, de la acontecida en los ríos Ebro y Aragón. En primer lugar, desconocemos (desconozco) cuantos ejemplares han cruzado de una cuenca a otra. Para que se inicie esta nueva expansión, se necesita un macho y una hembra, como mínimo y así, a pesar de la endogamia, se daría el pistoletazo de salida.

¿Como ha sido capaz de escalar montañas y elegir el camino correcto? La naturaleza se abre camino y da igual la especie que sea. Al final, al cabo de los años, siglos, milenios incluso, las especies acaban colonizando otras zonas, unas tiene éxito y otras por distintas circunstancias, se extinguen. El castor para expandirse por la Península Iberica, tubo la inestimable ayuda del Homo sapienes, paradógicamente, el mismo que casi los extermina por completo. Pero resulta que en menos de 20 años, se ha expandido por gran parte de la cuenca del Ebro y ha cruzado a la del Duero. Increible la capacidad de supervivencia de esta especie.

La población de castores en la cuenca del Ebro ha crecido de manera exponencial debido a que en los primeros años tras la re-introducción no ha tenido competencia que le haya impedido tal crecimiento. Transcurridos 10 años, ya se contabilizaban solo en Navarra más de 500 ejemplares según un estudio llevado por Ornitolan. (Estudio de la presencia de castor europeo (castor fiber) en Navarra. Año 2014. Hay que señalar que, anterior a esta fecha, más de un centenar de castores fueron capturados.
Después de esta fecha, empezamos a detectar según pasan los años y con más frecuencia, castores atrapados en sifones, atropellados, heridos, incluso atravesando avenidas por distintas ciudades como Pamplona, Estella, Tafalla, señales inequívocas de que las nuevas generaciones de castores, buscan sitios donde establecerse. Los ríos y sus principales afluentes ya están ocupados así que siguen incansables rió arriba por barrancos, regatas, canales etc. En muchos casos quedan bloqueados por grandes presas, pero en ríos más pequeños, como el Alhama o el Cidacos, los castores han ascendido a través de sus tributarios como el Añamaza o Linares hasta cotas muy altas de la Cordillera Ibérica. Por eso no es de extrañar que alguno de estos intrépidos jóvenes castores, haya conseguido pasar de cuenca. Pueblos como Oncala y San pedro Manrique, distan muy poca distancia y el castor pudo pasar desde el río Linares o, Suella de cabras y Arancon, desde río Alhama. También el río Cidacos, cuenca del Ebro y el río Tera, cuenca del Duero, cerca de Dehesa de Almarza, distan poca distancia uno del otro. Precisamente en este río de la cuenca del Duero, se detecta presencia de castor en Enero del 2022.
Todo esto son suposiciones mías, por supuesto, pero tras observar durante tantos años a los castores, ver las rampas por donde son capaces de ascender, los túneles que son capaces de excabar, su capacidad de trabajo y perseverancia, su fortaleza, lo que digo no me parece nada descabellado.
CASTORES EN EL GUADALQUIVIR
Agosto de 2023. Detectados rastros de castor: huellas y roeduras en troncos de árboles en el río Guadalquivir a su paso por las localidades de Villatorres y Torreblascopedro, en la provincia de Jaén, Andalucía. (Noticia publicada por SECEM, Sociedad Española para la Conservación de los Mamíferos)
Casi 2000 años después, vuelven los castores al río Betis, por citar al historiador romano de origen griego, Apiano de Alejandría. La provincia de Jaén alberga dos yacimientos en la que han aparecido fósiles de castores. El yacimiento de Peñalosa, en Baños de la Encina y, el yacimiento del Polideportivo de Martos, luego ya podemos decir que el castor ha regresado al río Guadalquivir.
De nuevo surge la discusión en cuanto si han sido re-introducidos o han llegado de manera natural. En cualquier caso, considero que es para alegrarse ya que el río Guadalquivir está pidiendo ayuda a gritos. El castor es una especie de especial protección lo que significa que el habitad donde se establece también debe ser protegido.
En primavera viajaré a Jaén para buscar rastros y ver como les va. De encotrarlos, pondré las fotos en este blog y mis impresiones de lo que vea y oiga a los lugareños al respecto.
CASTORES EN EL RÍO TAJO
El castor continua su expansión por los ríos de la Península Ibérica. Ahora le ha tocado al río Tajo en la provincia de Guadalajara.
(Un castor en el río Tajo:una nueva localidad en España. Marco Ansón, Celia Garcia-Prendes 2024 Galemys 3623-xx)
Cuando Fernando Martinez Gil escribió la novela «El río de los castores» quizás no se imaginaba que un día los castores volverían a su querido río Tajo. Un río tan castigado, tan humanizado, tan contaminado, al que solo se le almienta cuando se habla de trasvases. Los castores son una bombona de oxigeno que pueden contribuir a cambiar la visión que se tiene de los ríos, del agua, de la biodiversidad. Ahora queda lo más difícil que es concienciar a la población ribereña de que es posible convivir con esta especie.

Mucho se está hablando sobre los castores en el río Tajo a raíz de su presencia. Cantidad de medios digitales se hacen eco de ello aunque la mayoría son un copia pega. Solo cambia la fotografía de portada donde aparecen hasta coipus, son parecidos. Los que llevamos años haciendo seguimiento de castores y leemos las noticias, nos surge la incertidumbre a la vista de como se tratan este tipo de artículos. Por eso cuando leo titulares de otras noticias cuyo tema no controlo, no pierdo más tiempo en pensar en ello. La falta de rigor es bastante llamativa.
Los castores llevan en la Península Ibérica unos 22 años, desde su re-introducción en el 2003. Aunque su expansión por la Cuenca del Ebro ya nos da pistas de como se van a comportar en el resto de cuencas, si que es verdad que 22 años no son suficientes. Las afecciones pueden pasar desapercibidas en tramos de ríos bien conservados y ser muy llamativas en zonas donde los ríos atraviesan pueblos y ciudades.
Por esta razón y para entender un poco mejor como afecta a los ecosistemas de los ríos una vez llevada a cabo una re-introducción de castores, hay que remitirse a aquellos lugares donde se re-introdujeron desde hace bastantes décadas en los ríos europeos. Hay auténticos expertos y han dejado mucha información escrita.
D.J.Halley decía :La biología de la re-introducción del castor es muy conocida. El desarrollo de la población sobre un sistema fluvial y sus efectos ecológicos, pueden predecirse con una confianza razonable. Son los aspectos (humanos) sociales de las re-introducciones los que tipicamente requieren de mayor atención, cuidado y previsión.
La primera re-introducción en Europa se llevo a cabo en Suecia en 1922. Hace 103 años.
¿QUE DISTANCIA PUEDE LLEGAR A RECORRER UN CASTOR EN UN AÑO?
Por más que he buscado, poco he encontrado respecto a la distancia que un castor pude llegar a recorrer en un intervalo de tiempo. En el estudio «MANUAL OF BEAVER MANAGEMENT within the Danube River Basin» por Dusan Valachovie, cita a que en una noche un castor recorrió la distancia de 20km.
Probablemente se tratara de algún «lobo solitario» y que el recorrido fuera aguas abajo, es decir, a favor de la corriente. Hace años, a plena luz del día, detecte a un gran castor adulto en el río Aragón en el término de Marcilla, subiendo por el río durante unos 3 km. No se desde donde venía y tampoco ha donde iba ya que al final, y después de seguirlo durante un par de horas, lo perdí de vista. Cuando los castores se desplazan en contra de la corriente, lo hacen junto a la orilla tocando fondo, es decir, van alternando caminar en zonas de rápidos y nadando en zonas de aguas mansas.
Lo interesante sería conocer, que distancia recorre un castor en el momento de la emancipación. Poder hacer seguimiento de una camada de castores, machos y hembras hasta que estos encuentren un lugar donde se establecen y construyen una nueva madriguera, vamos, como el que va buscando piso.
Cuando tras la reintroducción en el año 2003, la primera camada de castores no tendrían que recorrer largas distancias ya que tenían un río prácticamente libre de competencia, tanto aguas arriba como aguas abajo. Además, los tramos bajos del río Aragón y tramos medios del Ebro, la vegetación es abundante lo que permite que las distancias entre grupos familiares sea más pequeña. Pero 10 años después, 10 generaciones después, partiendo desde ese mismo grupo familiar, la distancia que tiene que recorrer los castores recién emancipados hasta encontrar un lugar donde establecerse, puede ser enorme. En los tramos bajos del río Aragón tengo localizados grupos familiares cuyas distancias entre madrigueras no superan el km. En tramos altos, las distancias entre madrigueras distan hasta 5 km, incluso mas. Siempre depende de la disponibilidad de alimento.
Por esta razón, en un río donde la densidad de población de castores ya está equilibrada, las nuevas generaciones deben recorrer grandes distancias hasta encontrar un afluente por donde remontar, buscando una zona no colonizada, hasta tal extremo que incluso pueden cambiar de cuenca. Por todo esto que expongo, la distancia que puede recorrer un castor joven hasta que encuentra donde establecerse permanentemente, puede llegar a ser de varios cientos de km. Muchos se quedan por el camino, fruto de peleas mortales, atropellos, atrapados en sifones y canales. Por esta razón, no debemos subestimar la capacidad que tienen los castores en recorrer grandes distancias, por su fortaleza e inteligencia y sobre todo, porque les va la vida en ello.